Se proyecta fenómeno de El Niño durante este invierno
- Durante los meses de junio, julio y agosto habría más precipitaciones que otros inviernos.
Los informes técnicos demuestran que el trimestre de junio, julio y agosto se haría presente la fase de El Niño en el territorio chileno y así mismo, otros países del continente. Es decir, las lluvias estarían presentes durante el invierno de este año, según el análisis que se hace desde la Junta de Vigilancia del Río Longaví y sus Afluentes, JVRL.
Es así que la Organización visualiza positivamente el próximo invierno, pues se acumularía el agua necesaria para llenar el Embalse Bullileo y teniendo un río Longaví con más agua durante el verano, producto de la nieve que se logre acumular con las bajas temperaturas que se esperan.
Desde la JVRL, informan que “los antecedentes que son emitidos por organizaciones especializadas, coinciden en la presencia de El Niño en este semestre, lo que significa que habría mayor disponibilidad hídrica que se relaciona con mayor cantidad de lluvias. Al presentarse mayor temperatura superficial en el mar, esto se relaciona con más precipitaciones, pero también hay que poner atención a la presión atmosférica en el valle central”, concluye el gerente técnico, Lisandro Farías.
La probabilidad de El Niño sigue siendo baja hasta mayo-julio de 2023, pero desde ahí se convierte en la categoría dominante con mayor probabilidad, según el estudio del Centro de Predicción Climática de USA y replicado por la Dirección Meteorológica de Chile.
El fenómeno consiste en:
El efecto niño, oscilación sur (ENOS), más conocido como fenómeno de El Niño, es una situación climática que se expresa en el océano pacífico y se relaciona con la intensidad de lluvias en Sudamérica.
Se habla de efecto niño cuando las anomalías de temperatura en la superficie del mar del océano pacífico, cercano a la zona del Ecuador es positiva, superior a 1° se define como Niño. Lo que se relaciona con mayor probabilidad de lluvias en el hemisferio sur.
Por el contrario, cuando esta anomalía de temperatura es negativa, se asocia con menor probabilidad de lluvias y sequía.
También existen años neutros, en los que no se expresa claramente una u otra condición.